Washington, 5 oct (PL) El gobernador del estado norteamericano de California, el demócrata Jerry Brown, firmó hoy una ley que declara al territorio como santuario pese a la oposición del Gobierno del presidente Donald Trump.
Unas 200 ciudades norteamericanas que tienen esa característica, según estimados, limitan su colaboración con las autoridades federales en aras de ofrecer seguridad a los inmigrantes indocumentados.
Son tiempos inciertos para los californianos sin papeles y sus familias, señaló Brown en un mensaje tras dar la aprobación a la normativa.
La llamada Acta de los Valores de California fue aprobada por el Senado y la Asamblea local en septiembre último y extiende a nivel estatal las protecciones de las ciudades santuario, recordaron reportes de prensa.
De esa forma, los agentes locales y estatales no podrán investigar, interrogar o detener a personas en este estado solamente por las sospechas de que sean inmigrantes sin papeles.
Por otro lado, la norma permite que las autoridades referidas trabajen conjuntamente con las federales de inmigración si una persona ha sido declarada culpable de algún delito contenido en una lista de casi 800 violaciones a la ley, la mayoría graves.
Varias fuentes estiman que en California existen más de dos millones de inmigrantes sin su documentación en regla.
Esta ley, apuntaron las informaciones periodísticas, supone un nuevo punto de choque entre el Gobierno federal y el estado, que se ha convertido en gran enemigo de Trump en temas como la inmigración y el cambio climático.
No vamos a dejar que el presidente y el fiscal general, Jeff Sessions, vayan a demonizar a nuestras familias trabajadoras y a presentar a todos los inmigrantes como criminales violentos, afirmó en rueda de prensa el titular del Senado californiano, Kevin de León.
Todos sabemos que eso no es cierto, señaló De León, quien calificó las políticas migratorias del Gobierno como xenófobas, racistas e ignorantes.